► Mural de cerámica

Técnica: Engobes.

Resulta que en el seminario de Gesell del año pasado, en una de las clases coincidimos con la gente de Concepción del Uruguay quienes nos invitaron a participar del mural "placas de artistas" a emplazarse en esa ciudad entrerriana en el 2010 para conmemorar el Bicentenario de la "Histórica". Invitación recibida, promesa que cumpliría.
Empecé dibujando bocetos con uno y otro tema, buscando un tema popular, un símbolo nacional y que a la vez tuviera que ver con la independencia y la libertad. Llegué a La leyenda del Ceibo, flor nacional de Argentina y Uruguay (también llamada seibo, seíbo, bucare). Y si bien hasta 1942 no se decidió qué flor era la que nos representara, esta leyenda viene de boca en boca desde la época de la colonia.
Así luego, todo aquel niño que pregunte qué significa esta placa, los mayores tendrán una buena leyenda que contarles.

Aquí los pasos:
Placa de 33 X 33 cm x 1 cm de espesor, calculando un 10% de contracción (debe ser de 30 x 30 cm al final), primero por detrás le hice rayas para texturizarla (ya que luego la pegarán con cemento al mural y no sea cosa que se desprenda).

La apoyé sobre una madera enchapada bien dura para que no se deformara ni se rajara y comencé a modelar las formas.

Terminado el modelado y dejándola secar hasta estado "cuero" con bolas de arcilla en su contorno para que no se deforme al secarse. La envolví en una bolsa de plástico a la cual le hice pequeños agujeros para hacer un secado controlado. Su saliente no fue de más de 2 cm. (el máximo reglamentario era 4 cm.)

Una vez en estado "cuero" la engobé y luego la puse nuevamente a secar rodeada de las bolas de arcilla, apoyada sobre papeles de diarios, los cuales iba cambiando una vez por semana por nuevos papeles secos y siempre la mantuve envuelta con la bolsa con pequeñós agujeritos. Todo el secado completo me llevó casi un mes, pero me quedó derechita derechita o mejor dicho, planchadita planchadita.


Por fin la mandé al horno, con tanto miedo a que se partiera que le hice un templado tranquilo tranquilo, así recién la acabo de sacar del horno.
Me falta todavía el esmaltado (tiene que soportar estar a la intemperie sin percudirse) y terminar algunos detalles de color, pero no me aguantaba más y decidí publicarla. Cuando la termine completamente colocaré aquí la foto del trabajo definitivo y me iré de paseo a Concepción con la placa bajo el brazo. Estoy feliz!


Bueno, acá está, como fotógrafa soy un desastre y esmaltando creo que más. Debo practicar más con la pinceleta... pero bueno, por ser mi primera placa tan mal, lo que se dice mal no está... ese esmalte semimate al final no resultó tan semimate... se acepta
n críticas.